Reconocer los distintos equipos independientemente del estado al que llegan a la planta, es un reto importante del proyecto REEPRODUCE, que afronta implementar sistemas de identificación de residuos electrónicos emergentes

Los aparatos eléctricos y electrónicos considerados emergentes (por ejemplo, las aspiradoras autónomas, o los patinetes tipo hoverboard) siguen teniendo muchos de los problemas de los equipos tradicionales al llegar a su fin de vida: la multiplicidad de modelos y marcas bajo diseños muy distintos es una circunstancia de falta de “diseño para el reciclaje”. A esta dificultad hay que añadir el distinto grado de deterioro que los RAEE presentan cuando llegan a la planta de reciclaje. Por lo tanto, las bases de datos que alimenten los sistemas de identificación y desmantelamiento deben contener información no solo sobre los distintos modelos y diseños de equipos que podrían llegar a la planta de reciclaje, sino también sobre los diferentes grados de deterioro que podrían presentar. Estos sistemas deben ser capaces de reconocer y clasificar los equipos independientemente de su estado. En este sentido, es de vital importancia enriquecer la base de datos con equipos en diferentes grados de deterioro. Esto debe incluir ejemplos de equipos en condiciones de fábrica, así como aquellos con daños leves como arañazos o golpes, e incluso equipos con un alto grado de deformación.

Estos residuos emergentes son fuente de tierras raras ya que contienen imanes permanentes que resultan necesarios para su funcionamiento. Las tierras raras están clasificadas como materias primas estratégicas por la Comisión Europea. El proyecto europeo REEPRODUCE tiene como objeto la recuperación de estas materias primas, especialmente el neodimio (Nd) a partir de los RAEE generados en la UE.

Es obvio que no han existido estrategias comunes de ecodiseño por parte de los fabricantes pensando en el fin de vida de estos nuevos tipos de equipos electrónicos, producidos ya en un tiempo en que es conocida la necesidad de cierta homogeneización de elementos que faciliten el reciclaje. Pero resulta también determinante que la cadena logística del fin de vida mejore en el tratamiento de los equipos durante la recogida, transporte y almacenamiento, que faciliten la óptima recuperación de materiales. En realidad, se trata de considerar a los RAEE residuos como son: portadores de elementos de muy alto valor añadido.

En el desarrollo de REEPRODUCE participa un consorcio de 15 socios procedentes de grandes, pequeñas y medianas empresas y de organizaciones de investigación y tecnología que abarcan toda la cadena de valor europea de las tierras raras, bajo la coordinación del Centro Tecnológico noruego SINTEF.

Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizon Europe de la Unión Europea bajo el acuerdo de subvenciones No 101057733

reciclaje-materiales-criticos

Financiado por la Unión Europea. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas pertenecen únicamente a los autores y no reflejan necesariamente las de la Unión Europea o la Agencia Ejecutiva Europea de Salud y Digital. Ni la Unión Europea ni la autoridad otorgante pueden ser considerados responsables de ellos.