El consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), aprobó el pasado 19 de enero un nuevo Real Decreto que tiene como objetivo mejorar la gestión de residuos de pilas, acumuladores y de aparatos eléctricos y electrónicos.

El nuevo Real Decreto recientemente aprobado modifica dos textos previos: el Real Decreto sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos de 2008, y el Real Decreto sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de 2015

Normativa sobre pilas y acumuladores y la gestión ambiental de sus residuos de 2008

Referente a la normativa sobre residuos de pilas y acumuladores, el cambio más relevante que se introduce se refleja en aquellos residuos que contengan sustancias como el litio o el níquel metal hidruro. Estos pasan a ser clasificados como residuo peligroso, para que se tenga en cuenta en su posterior gestión.

Normativa de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)

En cuanto a la normativa relacionada con residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, se concretan los objetivos de gestión de residuos que deben cumplir los productores de aparatos eléctricos y electrónicos. Así, El Real Decreto clarifica que, desde agosto del año 2018, la normativa relacionada con residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se aplica a todo tipo de aparatos eléctricos y electrónicos, y no solo a ciertas categorías determinadas, permitiendo una clasificación más sencilla con los requisitos de tratamiento específico para cada tipo de RAEE.

También se concretan los objetivos de gestión de residuos que deben cumplir los productores de aparatos eléctricos y electrónicos. Para ello, se tiene en cuenta el peso de los RAEE recogidos y financiados por los productores tras su tratamiento. Además, se ordenan las responsabilidades que asumen los productores directamente y se distinguen de otras que se cumplen a través de los sistemas de responsabilidad ampliada, sin suponer en ningún caso una extensión o modificación de sus obligaciones.

En última instancia, queda permitido que los sistemas colectivos realicen actividades complementarias, siempre y cuando sean financiadas de forma voluntaria por aquellos productores que hayan decidido participar en ellas. Al mismo tiempo, el importe de su garantía financiera se adecúa al 25%, frente al 100% del coste medio anual de gestión de los RAEE que presentaba hasta la actualidad.

Normativa sobre recogida de RAEE

El nuevo Real Decreto establece los objetivos de recogida estatal de RAEE, aportando más fiabilidad. Se podrán añadir objetivos específicos para ciertos aparatos, para poder así realizar un seguimiento adecuado de la gestión de los residuos que generen. Igualmente, se introduce un mecanismo que permite flexibilizar los objetivos de recogida separada de las distintas categorías de RAEE, y no de manera global. Con ello se podrá fijar objetivos menores para categorías de RAEE con más dificultad de recogida, así como objetivos mayores para otras categorías en las que la cantidad de residuo sea más significativa.

Además, se pretende generar también mecanismos de valoración de las campañas de comunicación presentadas por los sistemas de responsabilidad ampliada del productor.

Por último, cabe a destacar que el documento refuerza el control de aparatos eléctricos y electrónicos procedentes de terceros países, al forzar a la inclusión “de forma visible” del número de inscripción en el Registro Integrado Industrial en la acreditación documental de la importación de estos dispositivos. El Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones, se encargará de comprobar y revisar este aspecto.

Alineado con las estrategias de la economía circular

Indumetal acoge positivamente este nuevo Real Decreto para mejorar la gestión de residuos de pilas y acumuladores y de aparatos eléctricos y electrónicos, ya que además de clarificar cuestiones relevantes para la actividad de la empresa, se trata de un paso adelante para llevar a cabo las prácticas de la economía circular. Debido sobre todo a que el documento está en línea con la Estrategia Española de Economía Circular aprobado en junio de 2020 así como con la Estrategia de Economía Circular de Euskadi 2030 presentada en enero de 2020. Además, también se alinea con el Pacto Verde Europeo, que incluye entre sus medidas impulsar y reforzar la economía circular en Europa.[:]